La vanidad, las formas de superar el ego y las coincidencias


Hace poco, haciendo búsquedas al azar, fui a parar a la web de mi ídolo, el difunto Luther Allison. La portada de la web es lo que me devolvió la idea porque ya conocía esa frase tan famosa de él. “Deja tu ego, toca la música, ama a la gente”
En las entrevistas que le pude ver Luther nunca me pareció destacar por ser un pensador medianamente elaborado. Parecía que todas sus ideas formasen la cara externa de un torrente emocional que era el que realmente debía de guiarlas. En cambio aquí vuelve a estar el tema de la vanidad que tanto me ha venido obsesionando desde hace años. Y sé que esta es una de las frases a las que él le daba más importancia porque era así cómo veía las cosas
Mi ídolo desde la adolescencia y la vanidad que tanto me persigue por todas partes de nuevo convergen. ¿Por qué?, ¿para qué?.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué te obsesiona tanto la vanidad?

saludos mañaneros y somnolientos

. dijo...

Aunque sea un tópico decirlo.... es una pregunta muy buena.
Hace años que me interesa pero cada vez tiene proporciones más descomunales dentro de mi vida.
En un principio fueron nexos sueltos en libros o pensadores, luego todas esas cosas comenzaron a hilarse entre sí y a enseñarme que la vida cotidiana es así.

Vanidad (R.A.E.):
4. f. Palabra inútil o vana e insustancial.
5. f. Vana representación, ilusión o ficción de la fantasía.

Yo veo vanidad constantemente en muchas cosas. Y si hay vanidad es que sólo hay una fachada que pretende aparentar algo que en realidad no existe con lo que el tema de la vanidad se me liga completamente al sentido de la existencia. Digamos que si todo es vanidad la existencia no tiene sentido.
En cierto modo se podría decir que funciono como uno de los "maestros de la sospecha" revolviendo la porquería, sólo que de una forma mucho más humilde o limitada. Digamos que es un intento desesperado para buscar una base sólida en la que poder apoyar los pies. La vanidad no es firme y antes o después te hundes en ella hasta desaparecer como si fuese un montón de arenas movedizas.

gracias y un abrazo.

Camila dijo...

:) jajaja que tema tan raro para interesarse, pero bueno es interesante para mi más desde el punto de vista piscologico... todos tenemos un poco de vanidad, pero que hace qué algunas personas lo sean tanto para ser tan imbéciles? jajaa
saludos

. dijo...

será cosa de proporciones jeje

saludos Camila ;)

Anónimo dijo...

Vanidad debe de provenir de "vano", asì que en ese sentido todo lo que se asienta en ella es como tu dices, un sinsentido. Pero todo ser humano es algo así como un cocktail de este y otros elementos "químicos", y no creo que ninguno por sí solo sea capaz de dar sentido a nada.
Por otro lado, lo "real" es un concepto también escurridizo, no? Basta con que uno crea en algo para que esto adquiera cierta forma de "existencia".
Al final, la vida es algo diferente según quien la mire. Yo no sé si todas las interpretaciones valen lo mismo.

. dijo...

Aunque sea muy simplista decirlo así creo que hay cosas que son ciertas y otras falsas. La mitología clásica es tan cierta hace dos mil quinientos años como hoy en día, porque expresa algo que es inherente a la naturaleza humana.
El problema es encontrarlas y a ser posible quitarles las vestiduras de vanidad que se les han ido añadiendo por el camino y que no nos dejan verlas por completo.

salu2

Anónimo dijo...

Creo que está bien interesarse por el tema de la vanidad para no caer en un estúpido orgullo o narcisismo que nos aleje de los demás (y encima nos haga parecer unos cretinos a sus ojos), pero también pienso que no hay porqué eliminar todo rastro de vanidad de nuestro comportamiento. No está mal ser un poco vanidosos, sentir un cierto orgullo por algo que hayamos hecho bien o nos haya costado un esfuerzo; lo contrario supone someternos a esa idea cristiana tan dañina de que esto es un valle de lágrimas y nosotros unos bichos pecadores que no se merecen ni el aire que respiran...y eso no es cierto, ni es bueno para nuestra salud. Pero sólo es mi "humilde" opinión ;).

Saludos cordiales.

. dijo...

Es interesante eso de que haya un mínimo de vanidad necesaria. Quizás cuando la vanidad baje a unos límites aceptables se le pueda llamar entonces "amor propio", que como otros tipos de amor (fraternal, sexual,....) también es básico en el ser humano.
El problema es distinguir la frontera, o puede que incluso la frontera sea difusa y no haya forma de distinguirla.

gracias y saludos ;)

Anónimo dijo...

Amo a Luther y su palabra.

. dijo...

Yo también estoy contigo ;)

Jay Bee Rodríguez - SOLO BLUES dijo...

Tuve la oportunidad de conocer y entrevistar a Luther Allison en 1989, y de debo decir que, bueno, músicos con la maestría y la capacidad de trabajo que tenía Luther van quedando muy, muy poquitos (si es que hay alguno, seamos optimistas). Pero lo que más me llamó la atención en el tiempo que estuve charlando con él no fue eso, sino que este hombre transmitía una paz mental y unas buenas vibraciones (pero de las de verdad) que no he encontrado en ningún otro músico, famoso o anónimo.
Cuando uno escucha un gran disco o asiste a un buen concierto, sólo se queda con una cara de la moneda (la belleza, la comunicación), pero desgraciadamente si te adentras en ese mundo te vas a encontrar la cruz de la moneda (la vanidad, los celos, la mezquindad) pronto y muy a menudo. Por eso el consejo de Luther vale su peso en oro.

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