Luther Tucker: el blues de Chicago dando tumbos por la vida

Luther Tucker (20-1-1936 Memphis, 18-6-93 Greebrae, CA) es otro de los grandes músicos que por distintos motivos quedaron en un segundo plano detrás de otras grandes figuras que han acaparado la mayor parte de la atención.
Su padre, que era un carpintero, también fue el que le dio su primera guitarra construida incluso por él mismo. Su madre trabajaba como pianista de boogie y guitarrista. Como uno de tantos músicos del sur fue uno de los que emigraron al norte, esta vez a la tierna edad de siete años que es cuando su familia decidió desplazarse a Chicago. Allí fue cuando, durante su adolescencia, fue presentado por su madre a Big Bill Broonzy esperando poder llevar al joven Luther por un camino más apropiado que por el que iba junto a compañías equivocadas. Sorprendentemente la idea inicial quedó truncada tendiendo el efecto contrario ya que Broonzy lejos de animarle terminó por decirle que nunca sería capaz de tocar. Afortunadamente Robert Jr. Lockwood también solía visitar a Broonzy y se mostró más receptivo con el joven Luther. Y con Lockwood se repitió la historia que él había recibido, ya que Robert Johnson lo había antes “tomado bajo su ala” en parte debido a la relación que el propio Johnson tuvo con la madre de Lockwood. Ahora era Lockwood el que había entrado en la “relación” con la madre del joven Tucker y ello repercutió secundariamente en el joven aspirante a músico. Parecía que los caminos erráticos de Luther que le habían llevado incluso a pisar el reformatorio por robar un coche policial se habían terminado.

En 1952 Robert Lockwood lo llevó a los estudios Chess presentándolo a Little Walter (que por entonces había dejado la banda de Muddy Waters). Walter necesitaba dos guitarristas para su nueva banda y Lockwood lo convenció para que uno de ellos fuese Tucker. A pesar de la juventud de Tucker finalmente Walter accedió y junto a él estuvo tocando durante los siguientes ocho años, apareciendo en versiones clásicas como “Key to the Highway” o “Last night”.
Desde su trabajo con Little Walter fue solicitado frecuentemente como músico de sesión y durante la década de los sesenta trabajó con muchos de los principales músicos de la escena de Chicago. Muddy Waters , Sonny Boy Williamson II, Otis Spann, Otis Rush o Jimmy Rogers fueron algunos de los más conocidos que consiguieron sus servicios.
Al final de esta década se unió a la banda de James Cotton. Esto significó no solo aparecer el los discos de Cotton, sino también conseguir amplias audiencias que lo llevaron a través de buena parte de la geografía norteamericana (Fillmore West incluido) incrementando el prestigio de Tucker.
En 1971 se había mudado a San Francisco donde encontró trabajo junto a la mítica banda de John Lee Hooker, la Coast to Coast band. Aquí permanecería durante tres años aunque en los ochenta volvería a formar parte ocasionalmente de la banda. Después de estos tres años se desplazó al otro lado de la bahía, a Marin County donde formó su propia banda, la Luther Tucker blues band que entre sus miembros incluyó a Bill Singletary, Freddie Roulette, Rich Kirch, Big Bill Ganaye y Twist Turner.
En los ochenta se mudó a Austin (Texas) donde llegó a conseguir mucha reputación en el famoso club Antone’s. También durante esta época volvió a unirse a la banda de James Cotton llegando a tener como compañero a Matt “guitar” Murphy y consiguiendo una nominación al Grammy por el disco “Live”.
Para entonces la salud de Luther ya se estaba resintiendo de su costumbre de no
decepcionar a cualquier amigo que le solicitase para tocar o de su abuso de las drogas, terminando en angioplastia. Aún así Luther no se descabalgó y siguió manteniendo el mismo ritmo de vida que estaba llevando. El propio Twist Turner recuerda que cuando fue a visitarlo al hospital debido a su angioplastia se lo encontró con cocaína. Cuando fue increpado por ello diciéndole que se estaba matando a sí mismo Luther terminó respondiendo que “El buen Señor lo llevaría cuando fuese su hora”.
El 17 de Junio de 1993 sufrió otro ataque al corazón y fue internado en el Marin General Hospital de Greenbae (California) donde murió al día siguiente. Finalmente fue enterrado en Chicago en una tumba sin lápida. Tres meses después de su muerte fue publicado “Sad Hours” que es una de las mejores pruebas del gran trabajo que pudo hacer en solitario Tucker. Uno de los temas allí incluidos que más me gustan es este “Keep on drinking” que es una buena ilustración tanto de su estilo a la guitarra, su voz, y de su errática vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante y siempre será bien recibida. Exprésala con el asentimiento o disentimiento que quieras dentro de los márgenes del respeto.
Los comentarios que tienen como única finalidad hacer spam (publicidad de otras páginas web) no serán admitidos.