Caminando entre los estilos del blues: 1-Posicionarse

Cuando se ven las estadísticas de los tiros en un partido de baloncesto o de los impactos de la pelota en un partido de tenis muchas veces se puede apreciar las tendencias de estilo de juego del deportista de turno. Yo intento seguir en el blues una especie de camino inverso desde las huellas hasta llegar a las los motivos que las causan. Es decir, basándome en muchas apreciaciones particulares poder llegar a encontrar un hilo conductor entre todas de la misma manera que un naturalista intenta encontrar una conexión entre las distintas especies para poder agruparlas en familias.
Después de haber encontrado y examinado muchas huellas de este tipo, resumiendo mucho y superficialmente quizás podría definirme como guitarrista, eléctrico, europeo, urbano, con tendencia a los desarrollos del blues que incluyen los estilos del Delta, Chicago, la orientación blanca del blues (el blues-rock) o el slide. Evidentemente intento encontrar un eje teniendo en cuenta que en estos márgenes hay más “impactos” pero desde luego en mayor o menor medida me gustan e interesan todos los estilos y desarrollos del blues. De la misma manera que me gusta cantar aunque me considere un guitarrista que canta (de la misma forma que se definía Albert Collins).
Como principal premisa hay que partir de la tesis marxista de que las producciones artísticas son fruto de una sociedad determinada. Consecuentemente se toca o se escucha lo que se es. Desde aquí el principal elemento del que me toca partir es que soy europeo que ya para empezar abre un abismo de preguntas. Lo primero que hay que tener en cuenta es que se supone que el hilo de la hebra del blues discurre principalmente por los Estados Unidos, partiendo de la tradición africana para encontrar allí la unión con la tradición europea que es lo que consolida su estructura. Esto ha sido discutido por alguna gente que identifica el blues como una música que ha tenido uno de sus desarrollos principales en la dirección que he citado pero que también ha tenido otros hilos de desarrollo ajenos y paralelos a esta dirección (por Europa o partes de Asia por ejemplo). Desde esta perspectiva el blues nació en varios lugares al mismo tiempo, uno de ellos es el hilo americano pero no es el único.
Olvidando estas interpretaciones más minoritarias (que no por ello menos respetables) nos quedamos con la interpretación oficial más extendida, el hilo americano. Entonces, como europeo que soy, me encuentro en una situación de extrañamiento. No vivo de una cultura que es mía, sino que respiro a través de otra que ha nacido a miles de quilómetros de distancia. Ejemplificando se podría decir que un caso en el que no hubiese extrañamiento en este sentido sería por ejemplo el de un búlgaro que habiéndose criado en su país natal se decidiese por hacer la música folk tradicional correspondiente a su país, así estaría siempre inmerso en su marco cultural. Por el contrario en mi caso la tradición cultural de la que he vivido no es mía, procede en casi toda su totalidad de otro país (respetando el blues que se hace en mi país que aún así se puede considerar proporcionalmente casi irrelevante). Con esto creo que ya tengo el primer apartado. Soy europeo con todo lo que eso significa de vivir de una cultura “ajena”. Evidentemente si me gustase el blues y hubiese nacido en Austin (Texas) posiblemente podría tener más claro el estilo que me tendería a corresponder pero como no es el caso tengo que usar el sistema que he citado al principio de este texto, el de partir de las huellas para llegar a las causas.
Otra circunstancia que estoy bastante seguro que me ha marcado es el haber nacido y crecido en una ciudad. No entro ya en los tamaños de la ciudad, pero por algún motivo estoy seguro de que esto ha sido definitivo en cuanto a configurar mis gustos y mi percepción en este sentido. Puedo estar feliz mucho tiempo tocando música del Delta del Mississippi con el dobro sin pensar en absoluto en nada que tenga que ver con algo eléctrico, pero sé que a la larga “lo urbano” me vuelve a llamar y termino volviendo a la música que nació en la ciudad.
Llegado a este punto todavía ni he llegado a trazar mi desarrollo por los distintos estilos, pero es que resulta un tema complejo. Hay que analizar muchas “huellas” para encontrar el nexo de unión entre ellas. Habrá que seguir más adelante.

3 comentarios:

Noelia Vacaflor dijo...

hola, bueno da para mucho lo que escribis pero solo queria comentarte una, qe mas bien engloba al todo, por ahi. y es esta cuestion de sempiterna pregunta de quienes somos, no? y tu eje es la musica, cosa no poca, digamos que es una arista mucho muy interesante para comprenderse. ya que si planteas esto de que uno es lo que el entorno le calca, entonces se entra a un campo de especulacion que se presenta prometedor...bueno nada, un comentario al pasar... suerte en esto!!

. dijo...

Hola Nois:
La música, y en este caso el blues, pienso que es una buena forma de buscar la identidad de cada uno.

Saludos y gracias.

Noelia Vacaflor dijo...

concuerdo por completo, aunque en mi caso nose si la musica me sirve para saber quien soy o si en realidad identifico a la musica con lo que pretendo ser, jajaj
saludos!

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