Mucho tiempo llevaba esperando este concierto, y finalmente ayer fue el día. Una borrasca que estaba barriendo toda Galicia y que no desmerecía para nada del clima de la ciudad del viento, Chicago, nos recibió. De todas formas el lugar al que nos iba a trasladar Sherman es sureño, Tejas. Desde luego está bien claro que es un firme representante del blues que se hace en esa zona, aunque haya nacido en la Louisiana. Con razón se dice que se es del lugar en el que se pace y no de el que se nace.
Sherman se presentó como un hombre de gesto serio y concentrado, algo que no se suele ver en las fotos promocionales, mas centradas en los momentos de paroxismo de los conciertos o en poses publicitarias. Este perfil, seguramente forjado por las amarguras de la vida, no le impedía dejar libre el músico que lleva dentro. Este ser que lleva dentro se manifestaba durante el concierto con súplicas, gestos al cielo entornando el puño, … en fin, los gestos típicos de alguien que siente el blues.
Lógicamente tocó muchos de los temas de sus discos, “out of sight out of mind” es uno de los que recuerdo ahora…, incluyendo versiones muy sentidas del “Tin Pan Alley” o del clásico de Jimmy Rogers “That’s all right”. Uno de los temas que mas esperaba respecto a los que hace en sus discos es el “Don’t throw your love on me so strong” y desde luego no me sentí defraudado. Sonando en directo este tema tiene la potencia y el cuerpo que no se puede conseguir en disco. Heredero entre otros de los ritmos más clásicos de el mas conocido representante de el blues Tejano, Steve Ray Vaughan, el riff básico de la canción sonaba con tanta contundencia que no le dejaba otra al auditorio que ponerse en movimiento.
En cuanto al resto del grupo (“Blues move”), decir que nos encontramos con lo que yo suelo llamar una blanquito’s blues band . Sin ánimo de ser racista (en este caso a favor de la gente de raza negra), Sherman deja bien claro su procedencia y no sólo en su tono de voz, cosa que también sucede con el resto de la banda pero en otra forma. Me recordó en parte a lo que sucede con Robert Cray que en este sentido suele estar en un caso similar al de Sherman, aunque Cray pienso que lo tiene bastante más fácil que él para hacer esto, ya que entre el blues que hace Robert y el pop no hay mas que unos pasos de distancia. De cualquier forma es tan respetable esto, como los casos de el otro extremo en los que las las formaciones de los padres pasan a ser heredadas por los hijos creando núcleos cerrados (Shemekia Copeland por ejemplo), simplemente hacer notar que estas elecciones influye en el sonido global.
De los otros tres miembros sólo alcancé a distinguir entre tanto aplauso que el bajista lo presentaba como procedente de Londres (un hombre alto y espigado de aspecto irlandés, mas que nada por ser pelirrojo). De el batería y el teclista decir que cumplían. Cumplían con un papel secundario y de acompañamiento pero haciendo lo fundamental que tenían que hacer, dar cuerpo al grupo. En algunos momentos medidos el teclista se lanzaba a algún solo siempre bajo la mirada del jefe, que era el que tenía la manga ancha para solear y dirigir a la banda por el sitio que quisiese.
Sherman es claramente otro caso de “guitarrista que canta”, pero en cuanto a cantante también creo yo que tiene cosas que decir. Sin llegar al chorro de voz o a los giros del mejor B.B. King de los años 70, Sherman consigue una voz estable que puede modular con distintos melismas. A mi me da la impresión de que en su cabeza tiene mas recursos de los que su voz le permite expresar. En cualquier caso a mi me resultó correcto y me gustó cantando.
Nada más llegaron los bises, tocó la canción que yo mas esperaba “Guitar man”. Esta vez con un sonido distinto a la del disco, mas fino y sin el wha wha del comienzo, señal de que suele improvisar bastante en sus actuaciones. Lo que si ya no iba tan acorde a mis gustos es el sonido un tanto chillón que le sacaba a la telecaster cuando utilizaba la pastilla del puente en los solos.
En cuanto al equipo, aunque ya no suelo fijarme mucho en estas cosas me sorprendió bastante que tocase todo el concierto con una telecaster color verde claro de pastilla doble en la posición del mástil. Yo lo tenía asociado quizás mas con la stratocaster, pero parece que ese día al menos la tenía como guitarra de reserva (estuvo todo el rato en un soporte junto a los amplificadores). Lo de los amplis también me resulta expediente x. Aunque tenía un fender twin reverb y un marshall de cabezal y bafle ambos conectados, yo tenía la sensación por el tipo de sonido que el único que utilizaba era el Twin. Parecía que se hubiese pasado todo el concierto usando la mitad del equipo, y eso que tocaba en el lado derecho en lugar de escoger el centro que sería lo mas convencional, aunque visto la cantidad de equipo que llevaba igual era eso lo que lo desplazaba hacia un lado. Un ampli y una guitarra nada más. En cualquier caso yo la mar de feliz porque a mi ese tipo de sonido me gusta bastante. Mi ampli es un Twin reverb y una de mis guitarras es una telecaster artesanal con dos pastillas p.a.f. del 57, así que ya se ve que los tiros por el gusto del sonido van por sitios similares.
Es común que los músicos acaben tocando en medio del público. Es algo que él también hizo. Pero la última vez que bajó, terminó dando el concierto en la entrada del teatro, justamente en el sitio donde vendía y firmaba sus discos. Eso si que es matar dos pájaros de un tiro.
Otra cosa llamativa es que este hombre no debe estar casado ni nada por el estilo. Bueno me lo supongo al menos por cosas como las letras “i’m gonna find a big leg woman, someone treat me right”, algunas dedicatorias que creo que hizo a mujeres del público y por los movimientos erótico-sexuales que se puso a hacer en plan Michael Jackson con el pubis, sólo que esta vez usando la guitarra de bandera.
Respecto a las anécdotas comentar que tuvo el detalle de acercarse a mí y dedicarme un trozo del solo. Me parece que en la primera vez que bajó fue con la única persona que lo hizo tan claramente. También es que yo era uno de los pesados que estaban con las cámaras de fotos y encima ya me ha pasado que tengo la costumbre de mirar fijamente a la gente con lo que, o paso por maleducado o llamo la atención. Hace años cuando comenzaban las clases de teoría de la literatura, entre los cien alumnos que debía de haber en ese momento en clase, el profesor se emperró en preguntarme a mí seguido. Por el tono de las preguntas el hombre debía de tener la impresión de que yo sabía de qué iba el tema y que iba a dar respuestas lúcidas. Mal iba, porque sus preguntas caían en saco roto y en ese momento lo que menos me apetecía es tener que hablar sobre esos temas en medio de la clase. Al menos con Sherman se hace mas agradable este tipo de cosas.
Ah. Las fotos no han salido muy bien porque la luz era muy mala y no se podía usar flash. La última es una foto promocional. Al menos que se le pueda ver bien la pinta que tiene alguna vez.
Sherman se presentó como un hombre de gesto serio y concentrado, algo que no se suele ver en las fotos promocionales, mas centradas en los momentos de paroxismo de los conciertos o en poses publicitarias. Este perfil, seguramente forjado por las amarguras de la vida, no le impedía dejar libre el músico que lleva dentro. Este ser que lleva dentro se manifestaba durante el concierto con súplicas, gestos al cielo entornando el puño, … en fin, los gestos típicos de alguien que siente el blues.
Lógicamente tocó muchos de los temas de sus discos, “out of sight out of mind” es uno de los que recuerdo ahora…, incluyendo versiones muy sentidas del “Tin Pan Alley” o del clásico de Jimmy Rogers “That’s all right”. Uno de los temas que mas esperaba respecto a los que hace en sus discos es el “Don’t throw your love on me so strong” y desde luego no me sentí defraudado. Sonando en directo este tema tiene la potencia y el cuerpo que no se puede conseguir en disco. Heredero entre otros de los ritmos más clásicos de el mas conocido representante de el blues Tejano, Steve Ray Vaughan, el riff básico de la canción sonaba con tanta contundencia que no le dejaba otra al auditorio que ponerse en movimiento.
En cuanto al resto del grupo (“Blues move”), decir que nos encontramos con lo que yo suelo llamar una blanquito’s blues band . Sin ánimo de ser racista (en este caso a favor de la gente de raza negra), Sherman deja bien claro su procedencia y no sólo en su tono de voz, cosa que también sucede con el resto de la banda pero en otra forma. Me recordó en parte a lo que sucede con Robert Cray que en este sentido suele estar en un caso similar al de Sherman, aunque Cray pienso que lo tiene bastante más fácil que él para hacer esto, ya que entre el blues que hace Robert y el pop no hay mas que unos pasos de distancia. De cualquier forma es tan respetable esto, como los casos de el otro extremo en los que las las formaciones de los padres pasan a ser heredadas por los hijos creando núcleos cerrados (Shemekia Copeland por ejemplo), simplemente hacer notar que estas elecciones influye en el sonido global.
De los otros tres miembros sólo alcancé a distinguir entre tanto aplauso que el bajista lo presentaba como procedente de Londres (un hombre alto y espigado de aspecto irlandés, mas que nada por ser pelirrojo). De el batería y el teclista decir que cumplían. Cumplían con un papel secundario y de acompañamiento pero haciendo lo fundamental que tenían que hacer, dar cuerpo al grupo. En algunos momentos medidos el teclista se lanzaba a algún solo siempre bajo la mirada del jefe, que era el que tenía la manga ancha para solear y dirigir a la banda por el sitio que quisiese.
Sherman es claramente otro caso de “guitarrista que canta”, pero en cuanto a cantante también creo yo que tiene cosas que decir. Sin llegar al chorro de voz o a los giros del mejor B.B. King de los años 70, Sherman consigue una voz estable que puede modular con distintos melismas. A mi me da la impresión de que en su cabeza tiene mas recursos de los que su voz le permite expresar. En cualquier caso a mi me resultó correcto y me gustó cantando.
Nada más llegaron los bises, tocó la canción que yo mas esperaba “Guitar man”. Esta vez con un sonido distinto a la del disco, mas fino y sin el wha wha del comienzo, señal de que suele improvisar bastante en sus actuaciones. Lo que si ya no iba tan acorde a mis gustos es el sonido un tanto chillón que le sacaba a la telecaster cuando utilizaba la pastilla del puente en los solos.
En cuanto al equipo, aunque ya no suelo fijarme mucho en estas cosas me sorprendió bastante que tocase todo el concierto con una telecaster color verde claro de pastilla doble en la posición del mástil. Yo lo tenía asociado quizás mas con la stratocaster, pero parece que ese día al menos la tenía como guitarra de reserva (estuvo todo el rato en un soporte junto a los amplificadores). Lo de los amplis también me resulta expediente x. Aunque tenía un fender twin reverb y un marshall de cabezal y bafle ambos conectados, yo tenía la sensación por el tipo de sonido que el único que utilizaba era el Twin. Parecía que se hubiese pasado todo el concierto usando la mitad del equipo, y eso que tocaba en el lado derecho en lugar de escoger el centro que sería lo mas convencional, aunque visto la cantidad de equipo que llevaba igual era eso lo que lo desplazaba hacia un lado. Un ampli y una guitarra nada más. En cualquier caso yo la mar de feliz porque a mi ese tipo de sonido me gusta bastante. Mi ampli es un Twin reverb y una de mis guitarras es una telecaster artesanal con dos pastillas p.a.f. del 57, así que ya se ve que los tiros por el gusto del sonido van por sitios similares.
Es común que los músicos acaben tocando en medio del público. Es algo que él también hizo. Pero la última vez que bajó, terminó dando el concierto en la entrada del teatro, justamente en el sitio donde vendía y firmaba sus discos. Eso si que es matar dos pájaros de un tiro.
Otra cosa llamativa es que este hombre no debe estar casado ni nada por el estilo. Bueno me lo supongo al menos por cosas como las letras “i’m gonna find a big leg woman, someone treat me right”, algunas dedicatorias que creo que hizo a mujeres del público y por los movimientos erótico-sexuales que se puso a hacer en plan Michael Jackson con el pubis, sólo que esta vez usando la guitarra de bandera.
Respecto a las anécdotas comentar que tuvo el detalle de acercarse a mí y dedicarme un trozo del solo. Me parece que en la primera vez que bajó fue con la única persona que lo hizo tan claramente. También es que yo era uno de los pesados que estaban con las cámaras de fotos y encima ya me ha pasado que tengo la costumbre de mirar fijamente a la gente con lo que, o paso por maleducado o llamo la atención. Hace años cuando comenzaban las clases de teoría de la literatura, entre los cien alumnos que debía de haber en ese momento en clase, el profesor se emperró en preguntarme a mí seguido. Por el tono de las preguntas el hombre debía de tener la impresión de que yo sabía de qué iba el tema y que iba a dar respuestas lúcidas. Mal iba, porque sus preguntas caían en saco roto y en ese momento lo que menos me apetecía es tener que hablar sobre esos temas en medio de la clase. Al menos con Sherman se hace mas agradable este tipo de cosas.
Ah. Las fotos no han salido muy bien porque la luz era muy mala y no se podía usar flash. La última es una foto promocional. Al menos que se le pueda ver bien la pinta que tiene alguna vez.
Aquí queda un fragmento de esta gira. Es de otro concierto un poco anterior pero como es mi canción favorita he querido aprovechar para ponerlo.
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