El carácter necrófilo en una canción

Blaze of Glory, además de ser una canción de John Francis Bongiovi, es el himno oficial de mucha gente vinculada a grupos radicales. A primera vista podría sorprender que una canción que ha tenido un éxito comercial tan grande, siendo aceptada por millones de personas, sirva exactamente igual para gente que mentalmente están tan alejadas del pensamiento común pero profundizando un poco se puede ver que hay explicaciones.
Recuerdo haber visto una entrevista a Charles Manson en la que decía que las personas verdaderamente importantes son los delincuentes que están encarcelados. Su argumento era que había infinidad de películas y novelas que trataban sobre ellos porque en realidad la gente los adora. Las historias sobre criminales son tan interesantes que es común que la gente prefiera este tipo de temas cuando lee un libro o ve una película. Por lo tanto, según la conclusión de Manson, la gente verdaderamente importante suele ser la que está dentro de la cárcel. De esta manera los que están fuera los encierran por motivos que no quieren confesar, uno de ellos es la envidia. Tal es el razonamiento de Manson.
El problema de Manson es que, pese a sus inquietudes musicales, no supo comprender la diferencia entre la realidad y la ficción. Un escritor puede crear un personaje que sea un asesino y no tener necesidad alguna de serlo. Es más, frecuentemente sucede todo lo contrario. Al haber profundizado en su propia alma es fácil que su sensibilidad aumente y comprenda mejor lo que significa matar a alguien. Por este motivo muchos escritores que dibujan los peores asesinos no llegan ni a matar una mosca.
Hablar de música suele ser complicado al ser una expresión artística mucho menos “intelectual” que otras que gozan de igual fama (pintura, escultura,…) Seguro que, a poco que busquemos, podremos encontrar multitud de explicaciones de infinidad de cuadros. Sin embargo habrá muchas menos que expliquen lo que quiere decir (por ejemplo) una sinfonía de Beethoven. En este caso tenemos la suerte de que la música va unida a la letra y precisamente esta letra es la que describe con peros y señales lo fundamental de la existencia de las personas de esta ideología. Aquí, más que en los sonidos, es donde podemos encontrar las claves que nos permitan comprender algo mejor cómo pueden pensar estas personas y los puentes que pueden existir entre ellas y los demás.
Lo que primero llama la atención es el título. Un título que revela el carácter completamente necrófilo del personaje descrito. Esa “llamarada de gloria” (blaze of glory) no es más que el deseo de morir matando porque ya no es que solamente se tenga odio, es que el odio ha captado completamente al personaje hasta el punto de convertirlo en un arma (I’m no one´s son Call me Young gun /No soy el hijo de nadie Llámame arma joven). Recorre tantas partes de la persona que, no sólo lo configura, sino que también hace parecer que ha existido desde siempre (Lord I never drew first But I drew first blood /Señor, yo nunca dibujé antes Pero lo primero que dibujé fue sangre) y tiene como objetivo expandirse, multiplicar la destrucción (I’m a devil on the run A six gun lover /Soy un demonio en marcha Un amante de seis pistolas) aunque ello incluya la destrucción de sí mismo (Let this boy die like a man Staring down a bullet / Deja a este chico morir como un hombre Mirando fijamente la bala). Además ello es consciente para el personaje, que sabe perfectamente que es el mal personificado (I´m what Cain was to Abel/ Soy lo que Caín era a Abel). Sin embargo el odio no es tan innato como parece (When you’re brought into this world They say you’re born in sin / Cuando te traen a este mundo Te dicen que has nacido en pecado). Son ellos, son los demás, es en definitiva la sociedad la que culpabiliza, la que excluye. Es la sociedad la que le ha dejado solo, sin nada ( I wake up in the morning And I raise my weary head I’ve got an old coat for a pillow And the earth was last night’s bed / Despierto por la mañana Y levanto mi cabeza cansada Tengo un viejo saco por almohada Y la tierra fue la cama de la última noche).
Para comprender la naturaleza del carácter necrófilo aquí representado se puede usar el enfrentamiento que tuvo Unamuno con el general Millán-Astray. Unamuno se refirió a Millán-Astray como un tullido, como un inválido físico, pero sobre todo espiritual, que realmente deseaba que todos los demás fuesen inválidos como él, que sufriesen su misma pena. Al grito de “Viva la muerte” Millán-Astray arengaba una consigna necrófila que, como suele pasar en estos casos, siempre bajo la sumisión a una fuerza o entidad superior (en este caso España como nación) tenía como objetivo real (aunque encubierto) la destrucción de todo lo vivo. Haciendo tullido a todo cuanto vive Millán-Astray pretendía trascenderse a sí mismo, trascender su ser mutilado. Unamuno lo decía con estas palabras:” Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor”. Esta frase describe la diferencia entre usar el sufrimiento de forma creativa (que es lo que hizo Cervantes) o de forma destructiva, como pretendía Millán-Astray y como lo hace el personaje de la canción.
Son muy llamativas las repetidas alusiones a Dios (Lord, God,…) a lo largo de la canción aunque el protagonista no pertenece a nadie (I’m no one’s son). Esta aparente contradicción no lo es tanto ya que, por una parte, en regímenes basados en el odio son habituales las referencias a fuerzas omnipotentes sobrenaturales y, por otro lado, la completa desesperación del personaje dirige inexorablemente las súplicas hacia algo que las justifique. No olvidemos que uno de los fundamentos de las religiones es un “no puede ser que esto sea así”, por eso la religión va más allá de la razón, implora por el sentido último. En este sentido creo que es particularmente interesante la vinculación entre religión y totalitarismo que se da en la canción. Precisamente en la expresión artística pueden converger ambas sin ninguna contradicción ya que es el subsuelo emocional que las une es lo que lo permite.
La idea de sentirse perseguido es un tema que se repite en las canciones de John. “Wanted dead or alive” lo tiene también como estribillo y Blaze of glory lo vuelve a citar directamente (“Well they tell me I´m wanted Yeah I´m a wanted man / Bien, ellos me dicen que soy buscado Sí, soy un hombre buscado) y de forma secundaria (Mister Catch me if you can, Señor cógame si puede). Aquí se vuelve a conectar el tema de la película, una de las obsesiones de Jhon y el sentimiento de marginalidad que conllevan estas posiciones extremistas en la vida real.
Ante la desesperación total del personaje no le quedará otra salida que la muerte, con lo que se vuelve a conectar con esta tendencia necrófila. Detrás de la existencia ya no queda escapatoria (Take me now but know the thruth / Tómame ahora pero conoce la verdad). Ya sabe que el otro camino para solucionar sus problemas, el amor, es otra ilusión, otro callejón sin salida (Well, I seen love come And I seen it shot down I seen it die in vane / Bien, he visto llegar el amor Y lo he visto dispararse Lo he visto morir en vano).
No simpatizo con los videoclips pero como en esta edición va incluida la letra original he pensado que sería conveniente para comprender mejor el artículo (si ves un anuncio de youtube puedes eliminarlo pinchando en la "x" de la derecha). El texto es una traducción aproximada de la letra al castellano.



BLAZE OF GLORY

Me despierto a la mañana
Y levanto mi cabeza cansada
Tengo un viejo saco de almohada
Y la tierra fue la cama de anoche

No sé a donde voy
Sólo Dios sabe donde he estado
Soy un diablo en la carrera
Un amante de seis pistolas
Una vela en el viento

Cuando eres traído a este mundo
Ellos dicen que has nacido en pecado
Bien, al menos me han dado algo
No he tenido que robar o tenido que ganar

Bien, ellos dicen que soy buscado
Si, yo soy un hombre buscado
Soy un potro en tu establo
Soy lo que Caín era a Abel
Señor atrápame si puedes

Estoy bajando en una llamarada de gloria
Tómame ahora pero conoce la verdad
Estoy saliendo en una llamarada de gloria
Señor yo nunca dibujé antes
Pero lo primero que dibujé fue sangre
No soy hijo de nadie
Llámame joven pistola

Tu preguntas acerca de mi conciencia
Y te ofrecí mi alma
Tu preguntas si creceré para ser un hombre sabio
Bien, me pregunto si creceré hasta viejo

Me preguntas si he conocido el amor
Y que es como cantar canciones en la lluvia
Bien, he visto venir al amor
Y lo he visto dispararse
Lo he visto morir en vano

Disparar en una llamarada de gloria
Tómame ahora pero conoce la verdad
Porque estoy saliendo en una llamarada de gloria
Señor yo nunca dibujé antes
Pero lo primero que dibujé fue sangre
Soy hijo del diablo
Llámame joven pistola

Cada noche que me acuesto
Le rezo al Señor para que guarde mi alma
No, no estoy buscando perdón
Pero antes estoy a seis pies de profundidad

Señor, tengo que pedirte un favor
Y espero que lo entiendas
Porque he vivido la vida por completo
Deja a este muchacho morir como un hombre

Mirando fijamente una bala
Permíteme hacer mi última posición

Dispararme en una llamarada de gloria
Tómame ahora pero conoce la verdad
Estoy saliendo en una llamarada de gloria
Señor yo nunca dibujé antes
Pero lo primero que dibujé fue sangre
No soy hijo de nadie
Llámame joven pistola

Soy una joven pistola

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El error de Roger Waters con Pink Floyd

Roger Waters ha pasado por ser el líder de la primera época de Pink Floyd. Durante este período su influencia fue tan decisiva que costaba imaginar la existencia o la continuidad del grupo sin que él estuviese incluido. Aunque eran claras las jerarquías también es verdad que el grupo funcionaba como un equipo porque todos los miembros aportaban en mayor o menor medida. Si cada persona de la banda tenía su función, en esta última época anterior a la escisión Waters no sólo funcionaba principalmente como cerebro sino también como casi el único cerebro. Esto fue uno de los principales motivos que hizo pensar a Roger que el grupo le era prescindible.
Sin necesidad de entrar en las razones de los conflictos lo que es indudable es que por aquella época el ambiente en la banda y en su entorno irrespirable. Frecuentemente se suele achacar que esto fuese así en buena medida debido a la conflictiva personalidad del que era su principal líder. Y que Roger uniese el disgusto de la situación con su sentimiento de autosuficiencia parece que debió ser el detonante para que optase por dejar a un lado el grupo y optar por proseguir su trabajo en una carrera en solitario. En ese momento creyó que sin él Pink Floyd no seguiría adelante y, por lo tanto, el proyecto simplemente cambiaba de nombre. Pero se equivocó.
“A momentary lapse of reason” (1987) además de ser el disco estelar de vuelta de Pink Floyd supuso la demostración de que David Gilmour también podía seguir con las riendas del proyecto. Mientras tanto Waters declaraba sentirse muy molesto con su carrera en solitario porque, si a escasos kilómetros docenas de miles de personas iban a un concierto de Pink Floyd, tan sólo unos pocos iba a ver actuar a Roger Waters.
Roger es un músico muy influyente y original, pero su originalidad no pasa de la de su generación. Los temas que trató en Pink Floyd tuvieron tanto éxito porque es la música de la vida de muchas personas, porque nacieron bajo unas determinadas circunstancias sociales. Bajo esas mismas circunstancias sociales se desarrollaron también otros músicos. El malogrado Syd Barret fue uno de ellos. Él ya pudo ejercer de líder en los primeros instantes de Pink Floyd. Cuando él no prosiguió con su trabajo Waters pudo ocupar (al menos en una importante medida) su lugar y si Roger, por el motivo que sea, no continuó como líder el grupo pudo seguir adelante con el liderazgo de Gilmour.
Es cierto que para lograr un nivel importante de calidad artística es necesario un mínimo de talento pero no hay que olvidar la dirección contraria. Cuando uno es aupado a un estatus es cuando tiene muchas más opciones de desarrollar y mostrar su talento. No es que todo lo que alcance una cota de notoriedad sea lo mejor, también podemos hacer que alguien se consolide como lo mejor al creernos todos nosotros que lo es. No es que Roger Waters haya tenido menos resonancia fuera de Pink Floyd por ser peor músico, la ha tenido en una parte importante porque se le ha concedido menos notoriedad.

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Bobby Whitlock: Anclado en el pasado de Derek and the Dominos

Si hablamos de Clapton pocos van a dudar de su talento y de su capacidad creativa, pero lo curioso es que, al ser principalmente un músico "eléctrico" necesita estar acompañado de más músicos, y ha terminado juntándose con gente de muy distintas clases. Cuando toca con otros grandes músicos y se escucha el resultado no hay mayor problema, si es buena música podremos pensar que todos han puesto de sí. Pero cuando ha tocado con otros músicos de distinta calidad artística siempre queda la duda de si cuando escuchamos a los músicos acompañantes son ellos los que producen la "magia" que nos llega o, por el contrario, simplemente siguen al líder que "tira del carro" y eso es lo que "ilumina" al resto del grupo. Bobby Whitlock tuvo la suerte de pertenecer a Derek and the Dominos (una de las efímeras formaciones de Eric Clapton en la que encontró uno de sus momentos artísticos más álgidos bajo la creación del álbum "Layla and other assorted love songs") y, aunque ha colaborado con otros músicos, parece que ha quedado marcado por esta época. Digo esto porque en la actualidad se pasa buena parte de las horas que le restan de vida pegado a su facebook publicando vídeos, sobre todo de "Derek and the Dominos" (en los que él mismo sale) o de Eric Clapton en su época actual. ¿Es esta una forma de vivir en el pasado cuando no se tiene algo demasiado interesante que hacer en el presente?. Parece que sí.
Han pasado más de treinta años desde que Whitlock tuvo la suerte de coincidir con Clapton en aquella histórica época y, aparte de que parece que casi ha perdido el contacto con él, se empecina en mantenerse anclado en ese pasado. Clapton, en cambio, se muestra más preocupado por vivir en el presente que en el pasado. Lógicamente cuando hay una fuerte necesidad de expresarse eso suele terminar imponiéndose frente a vivir a base de recordar "tiempos mejores".
Todos tenemos formas de renunciar a nosotros mismos, una de ellas es vivir en los recuerdos.

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El declive artístico de Mark Knopfler

Cualquier fan que haya seguido mínimamente su carrera podrá ver que hay una diferencia considerable entre el Mark Knopfler actual y el anterior al 2001. Paulatinamente ha ido decreciendo su creatividad artística de forma que cada año que pasa parece que hay siempre algo menos. Es cierto que en este aspecto ha estado a un nivel tan alto que se puede permitir hacer cada año un poquito menos y aún así seguir siendo un gran músico y compositor pero desde luego no se puede pasar por alto que no es el mismo que una vez fue.
En cuanto a este tema, por supuesto, no tengo nada que hablar de cuestiones comerciales. Si ha vendido más o menos discos, es más o menos popular o cuestiones similares, es algo que no viene al caso porque lo que interesa verdaderamente cuando hay que valorar es el artista. Intentaré centrarme en este apartado.
Intentando hacer memoria recuerdo como primera señal de este declive una de las muchas entrevistas que ha dado en la que declaraba estar cansado de hacer canciones de quince minutos. Me sorprendió enormemente esto porque precisamente buena parte de su mayor gloria la había conseguido con canciones de este tipo que, o bien ya habían sido compuestas directamente en este formato (Telegraph road, Tunnel of love,…), o bien las ha ido alargando (Sultans of Swing, Ride Across the river, …). Bien, pues, si no me confundo, Speedway at Nazareth es la última canción que compuso que se acerca a estas características y esto se queda en el 2001. Desde entonces, como él auguraba, nada de canciones de un cuarto de hora. Pero la cosa no queda solamente ahí porque las que ya había alargado las vuelve a reducir. Un buen ejemplo de esto es Sultans of Swing que comenzó siendo una canción de cinco minutos en su primera grabación de 1977. Ya al poco tiempo nos encontramos que ha crecido hasta llegar a los doce minutos y que posteriormente mantiene esta estructura durante muchos años, con algunos añadidos de teclados o saxo pero con la estructura de los quince minutos y crescendo final. Esto se mantuvo hasta la época reciente en la que la canción ha decrecido volviendo a los cinco o seis minutos y la misma estructura original. Únicamente algunos licks de guitarra remanentes de la época en que el formato era largo se mantienen para recordarnos la historia gloriosa que tuvo esa canción.
Podría pensarse que la duración de las canciones es una cuestión de gustos y que no hay por qué buscarle más motivos. Uno puede decidir hacer canciones cortas o largas y eso no implica necesariamente que se le hayan fundido los plomos. El problema es que unido al tema de la duración de las canciones hay más señales de esta involución.
Las giras interminables, cercanas a los trescientos conciertos, de los discos “Brothers in Arms” y “On every street “ han ido reduciéndose progresivamente hasta llegar a unos tres meses, que es lo que ha durado la gira del 2008.
El repertorio de los conciertos durante la gira, que antiguamente tendía a ser cada vez más variado , se ha vuelto casi completamente estático hasta el punto de que desde el comienzo al final de la gira apenas ha habido unos pocos temas que hayan variado en el repertorio. Pero es que encima las canciones no progresan. Es decir, no hay demasiados cambios de composición, y Mark se limita simplemente a dejarse llevar por el momento y por el arsenal aprendido para improvisar solos.
El tema de las canciones es para hablarlo largo. Las discográficas se las ven cada vez más peliagudas para encontrar una canción mínimamente “movida” que pueda usarse de single. Y es que ahora apenas compone canciones de ese tipo y, de nuevo no sólo no compone sino que retira de su repertorio las que tenían estas características. La más llamativa de este caso es Money for nothing, en otro tiempo clásico entre los clásicos y hoy en día una canción del pasado. Unidas a Money for nothing ha habido otra serie de canciones que no han ido aguantando el paso de los años, o mejor dicho Knopfler no ha aguantado el paso que marcaba en aquellas canciones, hasta el punto de que hoy en día el aficionado puede pensar más bien en cuantas de las canciones antiguas sobrevivirán en su repertorio. Yo creo que las que le aguantan delatan los temas más hondos en su trabajo. Brothers in arms, canción que siempre ha declarado que soñó con haber compuesto, es una de ellas; otra es la adaptación a la época contemporánea del mito universal de Shakespeare, Romeo and Juliet. Las apuestas sobre cuál será la siguiente canción en caer puede hacerlas cualquiera, pero en cualquier caso siempre será una resta.
¿Qué motivo hay para esta involución? Siempre es complicado decirlo pero el rock, que es el eje de los otros estilos que toca Mark, no es algo que aguante bien con los años. En el caso de Knopfler parece que todavía aguanta peor. Posiblemente propiciado por su personalidad y su visión de la vida se le hace cada vez más difícil mantener las energías de su juventud y la productividad que las acompañaba. Podrían encontrarse más síntomas de este declive artístico pero creo que con los señalados antes ya es suficiente para comprobar la tendencia. Las giras mundiales seguramente terminarán en pocos años y después…

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